Una gran canción política, romántica e histórica de Sabina. Peces de ciudad habla del desamor en un mundo sin principios, en busca de alguna utopía realizable. Donde las mentiras ganan batallas y los sueños están perdidos, donde no queda lugar para los pocos que queremos salir de la pecera en busca de un mar donde sí se pueda nadar.
Esta canción es la historia de un viaje. De cómo una persona se atreve a dejar y a olvidar a gente y lugares para ir a otros. En busca de eso que nos reviva. Paris, Ámsterdam, New York y tu corazón.
Continúa el viaje sin saber dónde ir ni a donde volver, cargado con todas las experiencias y cicatrices de esos viajes. Dándose cuenta que al final no hay a donde ir, no hay donde volver. Ni siquiera a su hogar, porque ya no es tu casa, y nadie te recuerda. Tampoco al lugar donde has sido feliz, porque claramente no es el mismo.
Y mientras tanto uno va de ciudad en ciudad y en todas es lo mismo: gente que no se atrevió a soñar, gobernada por el dinero. Las políticas son todas las mismas. Las ciudades y las personas son iguales. Las almas que no arriesgan a quedarse con esos labios que sacan de quicio, sino que viven sin vivir en grises acuarios de mentiras y rutinas diarias. Y él, y uno, haciendo frente a todo, yendo contra la marea, con sus sueños, su equipaje. Y no hay donde volver, ni escapar…
Está claro que esta es mi humilde interpretacion, compartida con ustedes, esto no significa que sea así, creo que solo el Genio sabrá que quiso exponer en su obra.
Ramiro Sutil
A Continuacion la letra:
Se peinaba a lo garçon
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d’Austerlitz.
la viajera que quiso enseñarme a besar
en la gare d’Austerlitz.
Primavera de un amor
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.
amarillo y frugal como el sol
del veranillo de san Martín.
Hay quien dice que fui yo
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a madeimoselle Ámsterdam.
el primero en olvidar
cuando en un si bemol de Jacques Brel
conocí a madeimoselle Ámsterdam.
En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,
da más sombra que los limoneros
la estatua de la libertad,
Pero en desolation row
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar
las sirenas de los petroleros
no dejan reír ni volar
Y, en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.
Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.
Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
Que mordieron el anzuelo,
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.
que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.
El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.
Cuando en vuelo regular
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.
pisé el cielo de Madrid
me esperaba una recién casada
que no se acordaba de mí.
Y desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.
sin timón ni timonel,
por mis venas va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez,
mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje,
de un liguero de mujer.
Y cómo huir
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
cuando no quedan
islas para naufragar
al país
donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios
tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad
Que perdieron las agallas
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.
en un banco de morralla,
en una playa sin mar.